HONGOS EN LOS PIES UÑAS

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Los hongos en las uñas de los pies, también llamado onicomicosis, es una trastorno frecuente que desfigura y a veces destruye la uña. Hay diferentes tipos de hongos (organismos microscópicos relacionados al moho y al mildiú) que causan este problema. Estos hongos crecen en la oscuridad, la humedad y el ambiente viciado dentro de los zapatos. Mientras crecen, los hongos se alimentan de queratina, la proteína fuerte que forma la superficie dura de las uñas de los pies. En la mayoría de los casos, el hongo proviene de un grupo de hongos llamado dermatofitos, que incluyen los Trichophyton rubrum y el Trichophyton interdigitale. Otras causas menos frecuentes de la onicomicosis son las levaduras y mohos.

La mayoría de los que usan zapatos ajustados o medias apretadas son más propensos a sufrir de hongos, en especial si tienen poca higiene en los pies. Otro riesgo es usar capas de esmalte para uñas, que no permiten que la uña respire. Además, como estos hongos pueden contagiarse de un pie a otro en los pisos de las duchas y en los vestuarios, las infecciones por hongos en las uñas de los pies son muy frecuentes entre los militares, atletas y mineros. Esta condición también tiende a afectar a las personas con enfermedades crónicas, como diabetes o VIH, al igual que a las personas con problemas circulatorios, ya que hay una disminución del flujo de sangre a los dedos de los pies. Sin embargo, muchas personas no tienen factores de riesgos claros.

De todas las uñas de los pies, las del dedo gordo y el pequeño son las más propensas a desarrollar hongos. Esto puede suceder debido a que estos dedos están constantemente expuestos a un trauma leve por rozamiento en los bordes interiores del zapato.

¿Qué signos presentan las uñas infectadas por hongos? La uña se va colonizando progresivamente. Por norma general debuta con una mancha blanquecina en el borde superior de la uña, que puede ir ensanchándose. Conforme pasa el tiempo la uña va engrosándose y volviéndose opaca a la vez que quebradiza. Finalmente adquiere un aspecto leñoso (como madera vieja o podrida). Generalmente los hongos no producen dolor, pero si la uña se engrosa demasiado puede provocar dolor por la presión con el calzado o por clavarse los bordes en el dedo. Estadísticamente la uña afectada suele ser la del dedo gordo, pero pueden también aparecer en las otras.

Consejos y prevención: Ante todo mantener una higiene rigurosa con la finalidad de evitar la proliferación de hongos y bacterias. Lavarse las manos y los pies como mínimo 2 veces al día y secarlos adecuadamente. Es conveniente utilizar calzados y calcetines apropiados que faciliten la transpiración y ventilación adecuadas y cambiarlos a menudo evitando así excesos de sudoración y humedad de los pies.

Atención: Las tijeras para cortar, o limas para limar uñas infectadas, no deben nunca usarse para uñas sanas, antes de haberlas esterilizado previamente. En caso contrario, hay riesgo de contagio y probabilidades de extender la infección a otras uñas. Un remedio eficaz para evitar la proliferación del hongo, calmar los picores y evitar que se extienda a otras uñas, consiste en rallar un diente de ajo en dos cucharadas de zumo de limón. Mediante un algodón empapado con la mezcla, mojar las uñas y dejar que se vaya secando. Este remedio no es efectivo si la infección ha entrado en fase crónica. La consulta a un especialista es imprescindible para un tratamiento adecuado.




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