Tipos de acné:
Sin Inflamación
Cerrado o punta blanca. Si el folículo tapado se mantiene debajo de la superficie de la piel, la lesión se llama Acné Cerrado, o punta blanca. Usualmente aparecen en la piel como pequeñas y blancas hinchazones.
Abierto o punta negra. Si el grano tapado se agranda y empuja a través de la superficie de la piel, se lo llama Abierto o de Punta Negra. La apariencia de punto negro no es directamente una suciedad, pero mas bien parece un exceso de melanina, el pigmento oscuro de la piel.
Con Inflamación
Forúnculo. El más común tipo de acné con inflamación es el forúnculo, el cual aparece en la piel como una inflamación pequeña color rosada. Pueden ser sensibles al tacto, y son considerados generalmente un escalón inmediato entre las lesiones sin inflamación y claramente inflamadas.
Con Pus. Como los forúnculos, estos tipos de lesiones son pequeñas. Contrariamente a los forúnculos, están claramente inflamados y contienen pus. Pueden aparecer con una base colorada, con un centro amarillento o blancuzco. Los granos con Pus con contienen comúnmente gran cantidad de bacteria. La inflamación es causada en la mayoría de los casos por una irritación química de componentes sebáceos tales como los ácidos libres de grasa.
Nódulos o Quistes. Grandes y casi siempre muy dolorosos, los nódulos se presentan inflamados, llenos de pus y son lesiones profundas. Los nódulos se descubren cuando el contenido de un grano es derramado en la piel periférica a este y el sistema inmunológico local responde produciendo pus. Es la más severa de las lesiones del acné, los nódulos podrían persistir por semanas o meses, y sus contenidos empeorar en un quiste profundo. Tanto los nódulos como los quistes suelen dejar profundas cicatrices.
Todo tratamiento para el acné facial sea cual fuere debe ser cumplido al pie de la letra para ver los resultados, de lo contrario será menor o no serán. Lejos de su complejidad el acné facial puede tratarse y pueden probarse diferentes tipos de opciones de acuerdo al tipo de afección que tenga su piel.
Es solo el dermatólogo quien puede solicitar o llevar a cabo un tratamiento más intensivo en los casos de acné facial, es el profesional de la piel capacitado para ellos, la idea de hacer tratamientos por cuenta propia no ayuda en estos casos ya que pueden empeorar la piel o aparición de granos.
Los diferentes tipos de tratamiento para el acné facial dependen de la correcta aplicación sobre todo aunque sus casusas múltiples complican a los mismos.
Otro tratamiento para el acné facial es la aplicación de laser sobre todo para eliminar las marcas que va dejando el acné a través del tiempo en el rostro o en otras partes del cuerpo.
El laser como quirúrgico y tratamiento del acné facial o como forma de eliminar las cicatrices de la piel con acné es muy utilizado actualmente aunque los tratamientos son muy costosos y no todo el mundo puede acceder a ellos, hay diferentes tipos de laser para eliminar el acné y las manchas de la piel en el rostro, de las secuelas del mismo.
Aquellos que quieren hacer un tratamiento del acné facial entre leve y moderado con el correr de las sesiones verán grandes resultados con cualquier tipo de laser, pero no así aquellos casos graves y complejos que tendrán que estudiarse más a fondo por parte del dermatólogo de la persona que lo padece.
Quizás sería de importancia para saber su efectividad, que el profesional que va a someternos al tratamiento pueda mostrarnos fotos del antes y después de muchos pacientes que pudieron corregir en cierta manera su problema y hacer más estética su piel.
Varios tipo de tratamientos para el acné facial son con laser también para eliminar las marcas del acné.
Otro aspecto
El acné está íntimamente ligado con factores como la edad, los cambios hormonales, y la alimentación; entre otros. En caso de no tomarse las medidas adecuadas, esta patología puede pasar a ser grave, tanto a nivel físico dermatológico como psicológico y social, y dejar secuelas para toda la vida.
Por ello, se recomienda que si padeces acné, debes recopilar información sobre los alimentos que ingieres de forma habitual, de tu estado físico y emocional, de tus características personales, otras enfermedades que padezcas y los medicamentos que tomas para su tratamiento, etc.; y acudir a especialistas para que evalúen la causa y grado de desarrollo del acné, su evolución y consecuencias, y así poder diseñar un tratamiento personalizado.
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