La mejor forma de combatir la gripe, al igual que cualquier otra enfermedad, es no enfermarse y esto se logra con la prevención. Para tener las defensas bien fuertes se recomienda alimentarse saludablemente, realizar actividad física 3 o 4 veces por semana y mantenerse aleado del estrés.
Una buena dieta para fortalecer el sistema inmunológico debe incluir alimentos con carbohidratos, minerales y vitaminas, especialmente la vitamina C. El consumo de grasas es importante pero con moderación. Beber abundante agua también es fundamental.
Pero a veces la prevención puede fallar y si ya hemos enfermado podemos recurrir a algunos remedios naturales para la gripe:
Un antibiótico natural se puede preparar con ajo. Molemos un diente de ajo y lo mezclamos con una cucharada de miel y unas gotas de zumo de limón. Una vez bien mezclados lo disolvemos en una taza de agua caliente que no haya hervido y tomamos tres veces por día.
Otro remedio casero para la gripe lo tenemos en la cebolla, la cual también actúa como un antibiótico natural. Picamos una cebolla en trozos pequeños y le agregamos azúcar. Dejamos macerar durante unas 8 horas para luego agregarle el zumo de dos limones. Este jarabe de cebolla es antibiótico y expectorante y se debe tomar de a dos cucharadas cada dos horas.
Podemos utilizar hojas de menta o de lavanda, machacándolas y aplicando su resina en las sienes, masajeando al mismo tiempo. Las raíces de jengibre tienen propiedades analgésicas y antiinflamatorias naturales que alivian los malestares de la gripe, se prepara en forma de infusión.
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