La mayor parte de las enfermedades vaginales se desarrollan a partir de un foco infeccioso que produce la proliferación de microorganismos que desestabilizan el ph de la vagina y causan infecciones que de no ser tratadas a tiempo pueden complicarse y extenderse a los tejidos subyacentes.
Existen muchas causas que pueden desestabilizar la flora vaginal, muchos de estos patógenos pueden contraerse de manera casual en ambientes húmedos como piscinas o aseos públicos y en otras ocasiones se transmiten por vía sexual. La administración de antibióticos y el uso de geles o jabones alcalinos en los lavados vaginales también pueden contribuir al desarrollo de los microorganismos que provocan las infecciones.
Tipo de infección la sintomatología puede variar, es muy importante prestar atención a las primeras manifestaciones de la infección que suelen presentarse en la fase primaria, ya que que cuando se extiende a los órganos periféricos los síntomas desaparecen y el cuadro clínico se agrava.
Infecciones producidas hongos
Vaginitis Producida por la proliferación excesiva de la Cándida Albicans, un hongo que se encuentra de manera normal en la flora de la vagina pero que cuando se descontrola adquiere una naturaleza invasiva. Los síntomas que provocan la infección de cándidas son picor, escozor y flujo amarillento algo denso.
Para determinar un diagnóstico se procederán a realizar diferentes análisis según el tipo de infección pero las pruebas que se realizan comúnmente y de manera inmediata son el exudado vaginal, ecografía y la citología si procede, dependiendo de los resultados de las muestras vaginales se pueden complementar también con análisis de sangre y orina.
El tratamiento.Tras determinar el patógeno causante de la infección a través del exudado vaginal, se procederá a suministrar antibióticos que pueden ser tanto por vía oral, como por vía vaginal. La dosificación depende del tipo de infección y de su gravedad.
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