En términos médicos se conoce como meteorismo; en términos populares, como gases intestinales o flatulencia. En definitiva, es la presencia de gas en el tubo digestivo. Eructos, ruidos, hinchazón abdominal y flatos son algunas de las expresiones que adoptan los gases intestinales.
No se trata de una enfermedad, sino más bien de un síntoma que está en relación con la alimentación y el estilo de vida. Es un trastorno muy frecuente que puede evitarse con la adopción de determinados hábitos saludables. Sin embargo, según la edad y la forma en que se presente, puede enmascarar enfermedades tan importantes como el síndrome del intestino irritable.
Causas más frecuentes de flatulencia:
Intolerancia a la lactosa
El consumo de algunos alimentos como frijoles (alubias, habichuelas, habas, judías), cerveza (negra), salvado, brócoli, coles de bruselas, repollo, refrescos carbonatados, coliflor, cebollas y leche entre otros los cuales tienen tendencia a engendrar gases
El comer en exceso lo que hace que la comida que no se ha acabado de digerir totalmente se convierta en gas.
La masticación incorrecta de los alimentos, ya que los trozos de comida difíciles de digerir toman más tiempo en su fermentación.
El comer con la boca abierta permite que entre un exceso de aire al igual que la goma de mascar, el fumar y el beber refrescos carbonatados.
El tomar bicarbonato de soda para la indigestión puede aumentar la cantidad de flato
La ansiedad y el estrés
Las alergias
Otros consejos
Plantas como el hinojo, el anís, la menta, la manzanilla y el tomillo son de reconocida eficacia por favorecer la digestión y la expulsión de los gases. Algunos fármacos a base de simeticona también pueden ayudar a disminuir las molestias. Se ha de evitar realizar comidas copiosas y muy condimentadas y tomar platos muy grasos como los fritos, los rebozados o las salsas con nata. La pasta ha de estar bien cocida y el pan no debe estar caliente. Las verduras y las legumbres no han de cocinarse con alimentos grasos y, en el caso de las segundas, han de estar en remojo 8 horas o más y romper el hervor a mitad de la cocción. Si aún así las legumbres siguen provocando molestias queda otra alternativa: pasarlas por el pasapurés.
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