La próstata es una glándula pequeña ubicada en el tracto genitourinario del hombre, inmediatamente después de la vejiga, y cuya función es contribuir a la producción y secreción del líquido seminal. Tiene una forma redondeada envolviendo circularmente a la uretra. Es muy pequeña en los recién nacidos y alcanza su tamaño normal después de la pubertad, pesando alrededor de 20 gramos. Permanece sin alteraciones durante unos 25 a 30 años.
Por que las patologías prostáticas son de enorme frecuencia en los ancianos, obviamente varones, y además provocan muchas molestias, eventualmente curables. Fundamentalmente esta patología se reúne en torno a dos enfermedades: el adenoma prostático y el cáncer de próstata.
¿Qué es el adenoma prostático?
Es la proliferación de la próstata en personas de edad media y avanzada.. El Adenoma Prostático o Hiperplasia Prostática Benigna es un cuadro muy frecuente en los adultos mayores de sexo masculino. Se ha llegado a encontrar hasta un 90% de hiperplasia prostática en las autopsias de hombres mayores de 80 años.
En la actualidad no se conocen con exactitud los elementos fisiopatológicos que originan el crecimiento de la próstata a partir desde los 45 años de edad en un número sustantivo de pacientes, sin embargo se sabe que la deprivación androgénica completa en caso de castración prepuberal inhibe el crecimiento prostático, por lo que habría una relación muy estrecha entre las hormonas masculinas y dicha enfermedad.
¿Qué es el cáncer de próstata?
El cáncer de próstata se produce por un crecimiento maligno de la próstata. El cáncer de próstata es el tumor más frecuente del varón, aunque debido a su crecimiento lento, constituye la tercera causa de mortalidad por cáncer, por detrás de los de pulmón y digestivo.
Entre el 30 y 40% de los varones de 50 a 80 años pueden tener cáncer de próstata sin síntomas clínicos (latente). En estos casos, sólo una revisión prostática diagnosticará dichos cánceres.
La frecuencia del cáncer de próstata aumenta con la edad y este cáncer es más frecuente en varones con familiares que han tenido cáncer de próstata.
¿Qué otras pruebas pueden hacerse para estudiar esta enfermedad de próstata?
En las pruebas de laboratorio, se buscan evidencias de insuficiencia renal en la bioquímica sanguínea, evidencias de infección urinaria en el análisis de orina y evidencias de neoplasia prostática en el Antígeno Prostático Específico. La presencia de sangre, ya sea visible o microscópicamente, no es característica del adenoma prostático, y debe siempre hacer descartar la presencia de otra patología urológica como litiasis, tumores renales o vesicales.
Los pruebas de imagen están destinados fundamentalmente a descartar patología agregada como tumores renales o litiasis y a determinar el tamaño prostático y su impacto sobre el tracto urinario superior. El estudio funcional de la vejiga y el tracto de salida ha adquirido cada vez mayor importancia ya que se requiere de una mayor precisión para descartar o afirmar la presencia de uropatía obstructiva o de otras alteraciones funcionales de la micción, como enfermedades de la vejiga o en los esfínteres uretrales.
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