Cuál es el Tratamiento para la prostatitis Crónica

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Prostatitis es uno de los diversos trastornos benignos (no cancerosos) inflamatorios de la glándula prostática. La prostatitis aguda se desarrolla en forma repentina y presenta síntomas intensos y severos. La prostatitis crónica se desarrolla gradualmente, suele ser recurrente y la infección se extiende durante largos períodos de tiempo. La prostatitis crónica suele ser difícil de tratar.

Hay diferentes de prostatitis

  • Prostatitis bacteriana crónica
    A pesar de ser un trastorno bastante raro, la prostatitis bacteriana crónica es una infección recurrente de la glándula prostática difícil de tratar. Los síntomas de la infección suelen ser similares a los síntomas de la prostatitis bacteriana aguda, pero menos intensos. Sin embargo, los síntomas de la prostatitis bacteriana crónica generalmente se extienden durante un tiempo más prolongado y no presentan fiebre, al contrario de lo que sucede en caso de una infección aguda.
  • Prostatitis crónica (también denominada síndrome del dolor pélvico crónico)
    La prostatitis crónica o síndrome de dolor pélvico crónico es probablemente la forma de prostatitis más confusa, pero la forma más común de la enfermedad. Los síntomas pueden aparecer y desaparecer sin ningún indicio. La infección se puede considerar inflamatoria, en la que la orina, el semen y las demás secreciones no contienen un organismo infectado conocido, pero sí contienen células que combaten las infecciones; o bien, la infección se puede considerar no inflamatoria, en la que no se manifiestan inflamación ni células que combaten las infecciones.
  • Prostatitis inflamatoria asintomática
    La prostatitis inflamatoria asintomática se puede diagnosticar cuando se detectan células que combaten la infección, pero no se presentan síntomas comunes de la prostatitis, tales como dificultad al orinar, fiebre, dolor en la región inferior de la espalda y la pelvis, etc. El diagnóstico de la prostatitis inflamatoria asintomática se realiza generalmente durante un examen para detectar otros trastornos, tales como la infertilidad o el cáncer de próstata.
Tratamiento:

Las opciones de tratamiento para la prostatitis crónica incluyen una combinación de medicamentos, cirugía y cambios en el estilo de vida.

MEDICAMENTOS:

La prostatitis crónica se trata con un ciclo largo de antibióticos (6 a 12 semanas o más), entre los más comunes están trimetoprima-sulfametoxazol (Bactrim) y ciprofloxacina (Cipro). Otros antibióticos que se pueden usar abarcan:

  • Carbenicilina
  • Eritromicina
  • Nitrofurantoína
  • Tetraciclina

La mayoría de los antibióticos no pueden penetrar adecuadamente el tejido prostático. A menudo, la infección continúa incluso después de períodos de tratamiento prolongados. Después de que el tratamiento antibiótico haya terminado, es común que los síntomas reaparezcan.

Los ablandadores de heces se pueden recomendar para reducir la molestia asociada con las defecaciones.

También se pueden emplear antiinflamatorios no esteroides (AINES), como Aleve y Motrin, y bloqueadores alfa (como Hytrin, Flomax y Cardura).

CIRUGÍA:

Puede necesitarse una resección transuretral de la próstata si la terapia con antibióticos no es efectiva o si la afección se sigue presentando. Esta cirugía no se realiza por lo general en hombres jóvenes, ya que conlleva un riesgo de eyaculación retrógrada, la cual puede llevar a esterilidad, impotencia e incontinencia.

El masaje prostático y la liberación miofacial son otros tratamientos que pueden ayudar a esta afección.

OTRA TERAPIA:

Se recomienda la micción completa y frecuente para disminuir los síntomas de tenesmo vesical. Si la hinchazón de la próstata restringe la uretra, es posible que la vejiga no logre vaciarse. Puede ser necesaria la inserción de un catéter suprapúbico, lo cual permite que la vejiga drene a través del abdomen.

DIETA:

Evite las sustancias que irriten la vejiga, como el alcohol, las bebidas y alimentos cafeinados, los jugos de cítricos y los alimentos calientes o condimentados.

El aumento del consumo de líquidos (64 a 128 onzas, 2,000 a 4,000 cc por día) estimula la micción frecuente, lo cual ayudará a eliminar las bacterias de la vejiga

CONTROL:

Acuda al médico para un examen al culminar la terapia con antibióticos para constatar que la infección haya desaparecido.

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